No todos los peregrinos han vuelto a sus países después de la JMJ. Entre los cientos de miles que llegaron a Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa Francisco, 45 personas siguen en la ciudad, en las casas de algunos voluntarios de la organización, esperando que las autoridades migratorias tomen una decisión. Las 45 personas, de hecho, pidieron asilo político a las autoridades del gigante sudamericano.
La información proviene del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que también dio a conocer las nacionalidades de estas personas: Paquistán, Sierra Leona y República Democrática del Congo. Los motivos de la petición estarían relacionados con la situación de los dos países africanos y del país asiático, y con las amenazas que habrían recibido estas personas por razones religiosas o políticas. Cuarenta de las peticiones fueron presentadas a la arquidiócesis de Río de Janeiro, la ciudad en la que se llevó a cabo la JMJ, y las 5 restantes a la arquidiócesis de Sao Paolo.
Todas las peticiones están siendo analizadas por el Comité Nacional para los Refugiados (CONARE) del Ministerio de Justicia de Brasil. Mientras tanto, los 45 jóvenes reciben ayuda (alimentos y un techo) de algunos voluntarios de la JMJ.