En su visita oficial al Papa Francisco del 18 de marzo la presidente de la República Argentina Cristina Fernández de Kirchner recibió de manos de su ilustre compatriota un ejemplar del Documento Conclusivo del V Congreso Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM) reunido en mayo de 2007 en Aparecida, Brasil. Mientras le entregaba el texto a la señora Kirchner, Papa Francisco pronunció una frase que llamó poderosamente la atención a todos los hispanohablantes: “Para que vaya pescando lo que piensan los obispos”. Entre lineas: tendremos otras oportunidades para hablarlo. O sea: para que, de los 554 puntos del documento pueda ir extrayendo o “pescando” los pensamientos de los obispos de su propio país. Entre lineas: así llegado el momento podrá hablarlo con conocimiento de causa.
Los argentinos, especialemente los porteños de Buenos Aires, han comprendido inmediatamente qué le estaba dicidiendo el Papa. Como siempre, papa Bergoglio hacía suya una expresión jergal “pescar en”, “pescar de”, “pescar entre” y la transfigurava.
La imagen de “pescar” en el lunfardo de Buenos Aires se usa con un sentido mucho más amplio que la acción que describe simplemente este verbo. Expresa la idea de haber comprendido cabalmente un concepto: ¿La pescaste?, quiere decir ¿Lo ves? ¿Te ha quedado claro? ¿Has entendido lo que significa? Pescándola, la idea sale a la luz, sube a la superficie, se hace visible y evidente.
Las palabras del cardenal Bergoglio fueron siempre claras, nunca hostiles, expresiones de un doloroso realismo. Como cuando ha indicado la pobreza en aumento partiendo de la simple constatación de la realidad de las parroquias de los barrios pobres a las que recurren cotidianamente cada vez más personas necesitadas, o como cuando se ha referido a la constante emarginación de sectores de la sociedad que viven de subsidios.
De este modo, la frase que pronunció el Papa en ocasión de la visita oficial de la presidente Cristina encierra todo un tratado de diplomacia de alto nivel y de absoluta simpatía. Una expresión de las más comunes se transformó en una invitación y una admonición cordial, síntesis perfecta de forma y significados que con el tiempo se fueron estratificando en el pueblo.
Otro aspecto interesante es que no ha dicho solamente “para que pesque”, sino “para que vaya…pescando”. Es decir: para que nos vayamos conociendo y empecemos a comprendernos; la experiencia de la Iglesia tiene cosas para decir que merecen ser escuchadas.
Lo que el Papa Francisco ha depositado en las manos de la presidente, describiéndolo humildemente como “lo que piensan los obispos” es mucho más que eso. Es un proyecto de Iglesia (válido también para los Estados) muy concreto que, ahora que le toca a él gobernar el barco de Pedro, esta aplicando frente a todo el mundo. Un proyecto que los gobernantes, no solo los latinoamericanos, también deberian aprender a “pescar” por el bien de sus propios pueblos.
- Ese Dios católico que nos “primerea” siempre.
- “No balconeen la vida, métanse en ella, como hizo Jesús” Gesù
- Una civilización que está “falseada” tiene urgente necesidad de la esperanza cristiana
- “Hagan lío”, porque la Buena Noticia no es silenciosa…
- Esa anulación que elimina al Otro. No se dejen ningunear
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